He tenido varias experiencias en la
vida, pero pocas tan significativas que transformen, den un giro y un nuevo
respiro. Tuve la oportunidad de en unos segundos transformarla con una sonrisa
junto con tantas energías que mi obligación es compartirlo. Estaba consciente en
que en SC Group queremos transformar a las personas y generar experiencias
increíbles dentro de las empresas para transmitirlo a nuestro entorno, así
mismo creo firmemente que si estás bien en tu trabajo donde pasas la mayor
parte de las horas diarias, puedes estar bien donde sea, en especial con las
personas que queremos.
Partiendo de aquí hace unos meses
surgió la idea de hacer algo más, había estado escuchando experiencias de mis
jefes que me emocionaban, el hecho de moverte, trabajar, conseguir y hacer
ruido por otros haciendo labor, me parecía magnífico. Hace unos días quise
empezar a ser parte del proyecto, entender bien a bien que era eso tan
fascinante que me estaba perdiendo.
El día llegó, la cita era a las
3:00pm, mis nervios, emociones y curiosidad estaban al máximo, obviamente sabia
un poco del tema pero nada como vivir el momento, llegamos a la casa “La
Alegría de los Niños”, pude percatarme que se escuchaban las vocecitas y gritos
de emoción de niños jugando, pero lo impactante es que la vibra que se siente
es más allá de lo razonable. Increíblemente para mi personalidad se me fue el
habla, tantas emociones se empezaban a combinar en mi ser que el ver una sonrisa
de un chiquillo hizo que cada parte de mi ser se emocionara.
Ahora si platicaré un poco de la casa hogar “La Alegría de los Niños”, es una institución donde hace 21 años se
empezó a dar una esperanza a los niños, a esos angelitos que están en situación
de maltrato y abandono para acogerlos y darles una oportunidad de crecer con
dignidad, ayudándolos a hacer realidad sus proyectos de vida, así mismo
haciendo lazos de amor entre los futuros papás e hijos que aquí los están
esperando para pertenecer al amor de una familia. Ahora si es increíble el
panorama, crear un lugar para desarrollar tanto amor, la verdad me resulta
difícil explicarlo, por supuesto que la institución requiere un sinfín de
servicios que podría clasificarlos en dos partes empezaré por los recursos
humanos, son las personas voluntarias que regalan o intercambian su tiempo para
hacer tareas, convivir jugando, curar el abuso u omisión de cuidados, sanar su
mente, desarrollar habilidades físicas, entre muchas actividades más para
readaptar a estos chiquitos a la sociedad, brindado todas las oportunidades que
necesitan, llevándose como cortesía una sonrisa o un abrazo de los angelitos.
La siguiente parte son los recursos necesarios, tales como alimentos, hogar,
vestido, salud y educación, es impactante realmente ver que en sus cuartos
tienen todo impecable, sus camitas, su ropita de cada chiquito con su nombre,
su uniforme, su mochila, sus zapatos, sus cositas, realmente me encantaría
gritarle al mundo que con el corazón y la generosidad hacemos realidades
impresionantes, las necesidades son muchas.
Actualmente tienen espacio para 92
angelitos en espera de sus papis, que con los donativos hoy tienen una
esperanza. Ya cuentan con varias aportaciones de empresas y personas con un gran corazón,
pero se requiere más esfuerzo, más corazones para poder hacer un tercer
albergue, y es aquí cuando se me acaban oficialmente las palabras, todavía no
es suficiente quieren ayudar a más pequeños, dándoles lo mejor. Me encantaría
sinceramente que no se necesitara más espacio, significaría que ya no hay niños
sufriendo en las calles, pero la realidad es otra, afortunadamente existen
personas enormes que hacen que los sueños sean realidades. Hoy en día se está
haciendo la campaña para recolectar fondos “Deseos que cumplen deseos”, con el
fin de garantizar la atención e incrementar la calidad de vida de los niños. Y
aquí fue cuando me cayó el veinte, porqué conformarme con lo que puedo hacer si
puedo hacer más, si esta casa ya ayuda a unos chiquillos y quiere ayudar más,
dando a más niños vivienda digna, nutrición, formación, educación, pero
sobretodo la posibilidad de una familia.
Ya para terminar el recorrido,
saliendo del área de maternal con el corazón conmovido, se empezaron a escuchar
más vocecillas y alboroto, venían llegando todos los demás chiquillos de sus
clases, pasaron dos segundos y cuando menos acordé me llenaron de abrazos
varios chiquitos, me decían vente a hacer tarea, de pronto sentí que me tomaron
de la mano diciéndome quédate aquí para siempre. Confieso que no podía creerlo,
me vino a la mente cuando les ruego e insisto a mis sobrinos que sé que me aman
me den un beso, de pronto el chiquillo que andaba por allá jugando, se bajó de
su camioncito y se vino corriendo hacia mí, sentí el abrazo en mis piernas, cuando
menos acordé ya estaba en cuclillas recibiendo un enorme abrazo, acto seguido ahora
estaba haciendo avioncito y algunas cosquillas, al momento se nos unió otro
pequeñito que quiso hacer abrazo comunal regalándome unos cuantos besos, sentí
tanta emoción, tanto cariño, tanto amor, que te doy mi palabra, mi corazón
palpitó más que nunca, pero sobretodo sentí la necesidad de compartirlo,
decirlo al mundo, gritarlo en mi entorno, no sólo quedarme con las lágrimas en
el rostro y el corazón exaltado, si no hacer que muchos apoyemos, que entre
muchos corazones, muchas manos y muchos donativos hagamos que la historia de
estos chiquitos sea increíble.
Decidí no esperar a mañana, hoy quiero hacer la diferencia, hoy quiero que mi corazón vibre así siempre. Afirmo que una sonrisa y un abrazo han cambiado mi vida, quiero ser parte del proyecto, pero
sobretodo quiero que todos seamos parte, los invito a que juntos demos la
esperanza a estos pequeños con nuestro apoyo, que cumplamos sus deseos.
Si deseas información de “La Alegría de
los Niños” escríbeme a info@scgroup.mx
LiliRodríguez / 09JUN-16
www.scgroup.mx
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