jueves, 9 de junio de 2016

Sentí que debía gritarlo al mundo, La Alegría de los Niños

He tenido varias experiencias en la vida, pero pocas tan significativas que transformen, den un giro y un nuevo respiro. Tuve la oportunidad de en unos segundos transformarla con una sonrisa junto con tantas energías que mi obligación es compartirlo. Estaba consciente en que en SC Group queremos transformar a las personas y generar experiencias increíbles dentro de las empresas para transmitirlo a nuestro entorno, así mismo creo firmemente que si estás bien en tu trabajo donde pasas la mayor parte de las horas diarias, puedes estar bien donde sea, en especial con las personas que queremos.

Partiendo de aquí hace unos meses surgió la idea de hacer algo más, había estado escuchando experiencias de mis jefes que me emocionaban, el hecho de moverte, trabajar, conseguir y hacer ruido por otros haciendo labor, me parecía magnífico. Hace unos días quise empezar a ser parte del proyecto, entender bien a bien que era eso tan fascinante que me estaba perdiendo.

El día llegó, la cita era a las 3:00pm, mis nervios, emociones y curiosidad estaban al máximo, obviamente sabia un poco del tema pero nada como vivir el momento, llegamos a la casa “La Alegría de los Niños”, pude percatarme que se escuchaban las vocecitas y gritos de emoción de niños jugando, pero lo impactante es que la vibra que se siente es más allá de lo razonable. Increíblemente para mi personalidad se me fue el habla, tantas emociones se empezaban a combinar en mi ser que el ver una sonrisa de un chiquillo hizo que cada parte de mi ser se emocionara.

Ahora si platicaré un poco de la casa hogar “La Alegría de los Niños”, es una institución donde hace 21 años se empezó a dar una esperanza a los niños, a esos angelitos que están en situación de maltrato y abandono para acogerlos y darles una oportunidad de crecer con dignidad, ayudándolos a hacer realidad sus proyectos de vida, así mismo haciendo lazos de amor entre los futuros papás e hijos que aquí los están esperando para pertenecer al amor de una familia. Ahora si es increíble el panorama, crear un lugar para desarrollar tanto amor, la verdad me resulta difícil explicarlo, por supuesto que la institución requiere un sinfín de servicios que podría clasificarlos en dos partes empezaré por los recursos humanos, son las personas voluntarias que regalan o intercambian su tiempo para hacer tareas, convivir jugando, curar el abuso u omisión de cuidados, sanar su mente, desarrollar habilidades físicas, entre muchas actividades más para readaptar a estos chiquitos a la sociedad, brindado todas las oportunidades que necesitan, llevándose como cortesía una sonrisa o un abrazo de los angelitos. La siguiente parte son los recursos necesarios, tales como alimentos, hogar, vestido, salud y educación, es impactante realmente ver que en sus cuartos tienen todo impecable, sus camitas, su ropita de cada chiquito con su nombre, su uniforme, su mochila, sus zapatos, sus cositas, realmente me encantaría gritarle al mundo que con el corazón y la generosidad hacemos realidades impresionantes, las necesidades son muchas.

Actualmente tienen espacio para 92 angelitos en espera de sus papis, que con los donativos hoy tienen una esperanza. Ya cuentan con varias aportaciones de empresas y personas con un gran corazón, pero se requiere más esfuerzo, más corazones para poder hacer un tercer albergue, y es aquí cuando se me acaban oficialmente las palabras, todavía no es suficiente quieren ayudar a más pequeños, dándoles lo mejor. Me encantaría sinceramente que no se necesitara más espacio, significaría que ya no hay niños sufriendo en las calles, pero la realidad es otra, afortunadamente existen personas enormes que hacen que los sueños sean realidades. Hoy en día se está haciendo la campaña para recolectar fondos “Deseos que cumplen deseos”, con el fin de garantizar la atención e incrementar la calidad de vida de los niños. Y aquí fue cuando me cayó el veinte, porqué conformarme con lo que puedo hacer si puedo hacer más, si esta casa ya ayuda a unos chiquillos y quiere ayudar más, dando a más niños vivienda digna, nutrición, formación, educación, pero sobretodo la posibilidad de una familia.

Ya para terminar el recorrido, saliendo del área de maternal con el corazón conmovido, se empezaron a escuchar más vocecillas y alboroto, venían llegando todos los demás chiquillos de sus clases, pasaron dos segundos y cuando menos acordé me llenaron de abrazos varios chiquitos, me decían vente a hacer tarea, de pronto sentí que me tomaron de la mano diciéndome quédate aquí para siempre. Confieso que no podía creerlo, me vino a la mente cuando les ruego e insisto a mis sobrinos que sé que me aman me den un beso, de pronto el chiquillo que andaba por allá jugando, se bajó de su camioncito y se vino corriendo hacia mí, sentí el abrazo en mis piernas, cuando menos acordé ya estaba en cuclillas recibiendo un enorme abrazo, acto seguido ahora estaba haciendo avioncito y algunas cosquillas, al momento se nos unió otro pequeñito que quiso hacer abrazo comunal regalándome unos cuantos besos, sentí tanta emoción, tanto cariño, tanto amor, que te doy mi palabra, mi corazón palpitó más que nunca, pero sobretodo sentí la necesidad de compartirlo, decirlo al mundo, gritarlo en mi entorno, no sólo quedarme con las lágrimas en el rostro y el corazón exaltado, si no hacer que muchos apoyemos, que entre muchos corazones, muchas manos y muchos donativos hagamos que la historia de estos chiquitos sea increíble.

Decidí no esperar a mañana, hoy quiero hacer la diferencia, hoy quiero que mi corazón vibre así siempre. Afirmo que una sonrisa y un abrazo han cambiado mi vida, quiero ser parte del proyecto, pero sobretodo quiero que todos seamos parte, los invito a que juntos demos la esperanza a estos pequeños con nuestro apoyo, que cumplamos sus deseos. 

Si deseas información de “La Alegría de los Niños” escríbeme a info@scgroup.mx 

LiliRodríguez / 09JUN-16
www.scgroup.mx

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