La mayoría de las personas con un sólo jefe se las ven
difíciles en cuanto a presión y trabajo, imagínate que se siente tener a dos
jefes a los que debes reportar y solucionar sus inconvenientes al mismo tiempo.
La verdad no es la primera vez que lo vivo, y sinceramente es padrísima la
experiencia. El hecho de imaginarlo es angustiante, comentaré primeramente lo
que es trabajar con un jefe, mi primer experiencia fue en una empresa
automotriz donde a varios ingenieros tenía que entregar reportes, estatus e
información, dejando y teniendo bien claro que la prioridad era mi jefe, el
jefe de mantenimiento, cuando había que entregar algo de emergencia la
prioridad era obvia, pero si tenía alguna inquietud acudía a él siendo el único
que tendría la decisión, siendo honestos tenía un excelente jefe,
lamentablemente las oportunidades de crecer no se dieron.
Unos años
más tarde, supe que se sentía tener dos jefes en una empresa de impresión, fue
mi primer experiencia, la verdad y lo diré con honestidad, fue todo un caos, mi
jefe “A” era muy planeador, organizado, analista, ingenioso, estructurado, es
decir, con la filosofía hasta no estar seguros, lo hacemos; en cambio mi jefe "B" era aventado, improvisado, blofero, vendedor nato, sin freno, es decir, teníamos muchos momentos emergentes por aceptar
trabajos para ayer, manejando la filosofía de todo lo podemos hacer si queremos
sin importar cuánto trabajo tengamos o cómo lo tengamos qué hacer. Imagínate
depender de dos personas que son polos opuestos, con un fin en común de vender
mucho y tener contento al cliente, pero por caminos opuestos y dedicarles a
cada uno mi tiempo al 50%, así como cada uno sentir que sus pendientes eran
prioritarios. Realmente lo comparto era frustrante, porque empezaba una cosa,
me pedían otra, seguía con esta, pero ya querían la otra y luego se me pasaba un pendiente, porque había que atender a un cliente del A, presionar un trabajo del B,
hacer llamadas, entregar reportes, vender más con el B, planear e investigar
más con el A, todo en el mismo tiempo al mismo ritmo, realmente lo que
requerían era cada uno tener a su asistente, así mismo para intentar cumplir
con sus necesidades les pedí varios momentos para reflexionar lo que necesitaban
o se requería para sobrevivir este caos, para tratar de llegar a acuerdos de
prioridad y organización, lo cual realmente me fue imposible lograr. Por obvias
razones, a los cuatro meses por acuerdo común de los tres involucrados continué
apoyando únicamente a uno de ellos.
Acto
seguido en mi siguiente trabajo, sería obvio sólo querer reportarle a un jefe, pero no,
actualmente tengo dos jefes, la verdad suena loco y descabellado hasta cierta
forma, realmente creo que para quitarse una experiencia confusa o un reto no
superado es importante saber y conocer las soluciones, es por eso que tome y
asumí como reto trabajar con dos jefes y permitirme vivir experiencias
increíbles. Por supuesto que mis jefes son diferentes, ahora tengo jefe “A” que
es creativa, vanguardista, innovadora, social, sin tiempo por las miles juntas
y eventos, improvisada, podría decirse que con la filosofía de nuestro equipo puede hacer esto y
más, mi jefe “B” es innovador, creativo, futurista, analista, con imaginación
sin límites, impulsador, con la filosofía de cada quién a sus labores para
lograr nuestros objetivos. Punto importante por aclarar la complejidad del
asunto, mi jefa “A” es mi hermana y mi jefe “B” ya había sido mi jefe en otra
empresa. Explico un poco para mostrar la situación real y cómo lo sobrevivo.
Reportar a
dos superiores sin tener una estrategia definida resulta un caos, que causa
fastidio, tensión y frustración en el empleado, es por eso que recomiendo lo
siguiente, primeramente debes de tener claro que organizarse, establecer
prioridades y poner límites es indispensable para no fallarle a ninguno.
También es primordial evitar querer darle exactamente el mismo tiempo o
atención a ambos, debes recordar que solucionar o hacer las actividades solicitadas
puede llevarte diferentes tiempos y no se trata de cada media hora cambiar de
pendiente de jefe, si no de hacer cada una de las actividades que ellos
requieran. Es indispensable conocer y establecer las responsabilidades en los
proyectos, saber hasta dónde te corresponde hacer y lo que ya no es tu
responsabilidad, tratar de solucionar todas las presiones o inquietudes de tus
dos jefes te llevará al caos absoluto, por querer quedar bien con ellos lo
único que harás será fallarles en las entregas o soluciones de problemas por el
saturación de responsabilidades.
Uno de los puntos
más importante es saber decir “NO” directo, ante las demandas que sabes que
será imposible cumplir, es mejor decir un NO a tiempo y cambiar prioridades o
destinar la labor a alguien más que hacer falsas promesas, la sobrecarga de
trabajo lo único que genera es presión, tensión y falta de concentración, disminuyendo
las energías positivas hasta llegar a la paranoia total. Recomiendo tener una
agenda compartida, esta herramienta puede ayudarte en varios momentos,
facilitando la comunicación, sabiendo qué hacen, qué proyectos, qué planes y
qué entregas tienes con cada uno de tus jefes, para saber fechas, tiempos y
detalles solicitados, es necesario que realmente la utilicen. Debo admitir que hay que elaborar la estrategia e ir modificándola
conforme se presenten las circunstancias para mejorarla continuamente.
Podría
atreverme a decir que soy diferente a mis jefes, pero tenemos en común que
sabemos que en equipo podemos lograr lo que nos propongamos, confiando y
haciendo nuestras tareas asignadas, es por eso que llego a la conclusión que
formamos un triángulo perfecto, donde el conjunto de nuestras habilidades,
capacidades, conocimientos y valores generan experiencias y creaciones
magníficas. El secreto es la estrategia, la comunicación, aprender qué es lo
que esperan, intentar leer lo que realmente quieren, pero sobretodo hablar con
ellos poniendo límites, responsabilidades, prioridades, tiempos y expectativas,
todo lo anterior me ha llevado a vivir momentos y experiencias formidables.
LiliRodríguez
/ 14ABR-16
No hay comentarios.:
Publicar un comentario