Hace unos días en junta me
preguntaron “¿Puedes trabajar con tu hermana?”, la respuesta parecía sencilla
pero en definitiva no lo es. Comenzaré explicando dos definiciones, hermano es
la persona que comparte los mismos papás, valores y vivencias proyectadas en su
propia personalidad, es con quien puedes pelearte y al segundo estar sonriendo,
quien te entiende y puedes entender aunque no lo comprendas, a veces es
confuso, pero en definitiva es con quien sabes que contarás en todo momento ya
que conoce tus cualidades, virtudes y defectos totales; y jefe es la persona
con autoridad o poder en el trabajo, el puesto superior en la jerarquía, es
decir, a quien reportas tus actividades, la persona que requiere tus servicios
para hacer más eficientes los suyos, quien te exige, te paga, con quien
compartes metas, objetivos y experiencias laborales, quien te apoya en la
organización y conoce tus habilidades profesionales.
Cuando surge una fusión entre
estas dos personas “Mi hermana es mi jefa”, la estrategia es un reto.
Primeramente hay que diferenciar las áreas de interacción, es decir, si debemos
tratar temas de trabajo hacerlos en la oficina, si serán temas de familia
hacerlos en la casa. Es válido hasta nombrarse y hablarse diferente, a tu jefe
le hablas con respeto y a tu hermano lo molestas, es primordial separar los dos
mundos para vivir en armonía y disfrutar las reuniones familiares. Yo a mi
hermana la llamo de una forma y a mi jefa de otra, me ayuda a ubicarme en qué
momento me encuentro.
Una vez entendidos los espacios
físicos, lo siguiente es separar los sentimientos, en definitiva tu hermano
sabe cómo molestarte y hacerte reventar, y créanme es de vital importancia no
tomarse las cosas tan apecho; por supuesto que no es sencillo, pero si es
indispensable. En el trabajo día a día vives en presión, en estos momentos la
forma de dirigirnos unos a otros se transforma a la tensión (seriedad) de
solucionar los problemas o situaciones, es importante que al superar estos
momentos de frustración deseches los malos pensamientos, para que siga fluyendo
la energía positiva en todos los espacios.
Por otro lado, se deben tener bien
definidos los roles, es decir, saber las actividades y las obligaciones,
definir el límite de poder y autoridad, esto te ayuda a evitar las
complicaciones, cuando se tienen las normas claras se evitan los malentendidos,
hay que tener en claro que es tu familia y las confusiones están a la vuelta de
la esquina. Y esto me lleva a la herramienta clave, la comunicación, es
fundamental que las situaciones se vayan comentando conforme se vayan
presentando, para evitar que se acumulen los resentimientos, recordemos
nuevamente que hay mucho en juego. Como hermana puedo creer que entiendo y leo
lo que piensa mi hermana, pero he aprendido a que debo comunicarme con claridad
para evitar malos momentos.
Punto a mi favor, como
compartimos valores y principios la confianza viene en cortesía, es decir, mi
hermana sabe que si por algo no salen las cosas como se planearon, hallaré la
forma de solucionarlo correctamente o de la mejor forma posible. Esta parte de
la confianza plena es una herramienta básica para ambos lados, ya que ninguna
parte está dispuesta a fallar, ni estropearla, pues si en alguien puedes confiar
es en la familia, así que en automático mi jefa tiene una aliada para cuidar un
pilar de la organización “las finanzas del negocio”.
Por último, el secreto del éxito
son las actividades extralaborales, y qué significa esto, mi arma secreta y
puedo jurar que también es la de mi hermana, es el convivir como hermanas,
amigas y cómplices generando un lazo inexplicable. Bien, intentaré profundizar
un poco, hablo de hacer actividades juntas como salir de compras, convivir con
amigos en común, viajar juntas, planear nuestras finanzas familiares, entre otras
miles de actividades. Por supuesto que también están las otras actividades o
compromisos que cada quien hace sola o con sus amigos, es muy sano obviamente tener
cada quien un espacio propio, tampoco hay que asfixiarnos.
Trabajar con tu familia, en mi
caso, trabajar con mi hermana es una experiencia de vivencias diarias, ya que fortalezco e identifico mis emociones, valores, habilidades, cualidades y debilidades, por lo que
concluyo con algo increíble, en SC Group comparto y soy parte del sueño de mi
hermana, que al final creo que también puede ser el mío.
LiliRodríguez / 11FEB-16
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